miércoles, 9 de enero de 2013

Zen en el Arte del Tiro con Arco




Con este libro habilito un espacio dedicado a hablar sobre los libros que ayudan a ser mejores músicos (entre otras cosas). Voy a realizar un resumen de las partes que considero más importantes. Por supuesto, esto es 100% subjetivo. Les recomiendo que cada uno lo lea y saque sus propias conclusiones y que en lo posible use este resumen como una guía, nunca como una "síntesis" de las ideas del autor.



Titulo: Zen en el Arte del Tiro con Arco
Autor: Herrigel, Eugen
Publicado por: Editorial Kier

Dónde lo consigo?
Editorial Kier | PDF

Introducción

"El Zen es "la conciencia cotidiana", según la expresión de Baso Matsu (fallecido en 788). Esa "conciencia cotidiana" no es otra cosa que "dormir cuando se tiene sueño; comer cuando se tiene hambre". Apenas reflexionamos, razonamos y formulamos conceptos, lo inconsciente primario se pierde, y surge un pensamiento. Ya no comemos cuando comemos; ya no dormimos cuando dormimos. Se disparó la flecha, pero no vuela en línea recta hacia el blanco, y éste no está donde debería hallarse."
OK, este libro es sobre Zen. Si alguien le pregunta a un maestro que significa Zen, este se quedará en silencio. Así que esta definición de "conciencia cotidiana" es una buena guía para entender por dónde ir. Comer cuando se tiene hambre, dormir cuando se tiene sueño. ¿Conocen a alguien que viva así? Creo que en nuestro mundo actual, sólo los bebes pueden hacerlo.
"El hombre es un ser pensante, pero sus grandes obras las realiza cuando no calcula ni piensa. Debemos reconquistar el "candor infantil" a través dé largos años de ejercitación en el arte de olvidarnos de nosotros mismos. Logrado esto, el hombre piensa sin pensar. Piensa como la lluvia que cae del cielo; piensa como las olas que se desplazan en el mar; piensa como las estrellas que iluminan el cielo nocturno, como la verde fronda que brota bajo el tibio viento primaveral. De hecho,él mismo es la lluvia, el mar, las estrella, la fronda."
La práctica de la técnica de cualquier arte es fundamental. Pero es sólo un paso necesario para que luego suceda "lo otro" : el olvido de uno mismo. Esto posibilita que "lo otro" tome el lugar del ego y lo maravilloso ocurra. Pasamos a ser solo un instrumento. Es algo así como cuidar la guitarra y mantenerla afinada, para que cuando llegue el "maestro" la música más increíble suceda. La introducción de este libro es una joya en sí misma.

Capitulo 1
"...es preciso que el tirador, pese a todo su hacer, se convierta en centro
inmóvil. Entonces surge lo último y lo más excelso el arte deja de ser arte, el tiro
deja de ser tiro, será un tiro sin arco ni flecha; el maestro vuelve a ser discípulo; el
diestro, principiante; el fin, comienzo; y el comienzo, consumación"
 Entonces, el arte más elevado será el olvido de uno mismo para transformarse en otra cosa? Muchas veces he escuchado a músicos que dicen que componer es "escuchar" o "sintonizar" algo. Dicen que parece que no son ellos los que escriben.

Capitulo 2
"Hiciera lo que hiciese, siempre me encontraba ante puertas cerradas, y sinembargo no podía abstenerme de tratar de forzarlas. Pero conservaba el anhelo y,cuando éste se iba desvaneciendo, el anhelo por el anhelo."
No podemos depender de las ganas o del momento adecuado. Lo importante es avanzar, sin detenernos a esperar algo. Que tan rápido avancemos depende de muchos cosas. Nuestro trabajo es siempre intentar.

Capitulo 3 
"Obstinadamente aferrado a mi propósito seguí practicando. El maestroobservaba atentamente mis esfuerzos, corregía impasible la rigidez de mi postura,elogiaba mi celo, me censuraba por mi desgaste de fuerza pero, por lo demás, medejaba hacer."
Un verdadero maestro es un pedagogo, no solo enseña, sino que lo hace en el momento en que debe hacerlo. Dejará que el alumno haga su intento, guiándolo y alentándolo en primer lugar.
"No lo consigue -aclaró el maestro porque no respira bien. Después deinspirar, haga bajar el aliento suavemente, hasta que la pared abdominal estémoderadamente tensa, y reténgalo allí un rato. Luego espire de la manera más len-ta y uniforme que le sea posible y, después de un breve intervalo, vuelva a aspirarrápidamente y continúe así inspirando y espirando con un ritmo que poco a poco seinstalará por sí solo. Si ejecuta esto de manera correcta, sentirá que el tiro sevuelve cada día más fácil, pues esta respiración no sólo le permitirá descubrir elorigen de toda fuerza espiritual, sino que hará brotar ese manantial cada vez másabundantemente y lo encauzará a través de sus miembros con tanta o másfacilidad cuanto más relajado esté.."
"Era esto, pues, el quid de la cuestión: no se trataba de ningún ardidtécnico, que en vano había querido descubrir, sino de una respiración liberadoraque abría nuevas perspectivas. Y no lo digo con ligereza. Sé muy bien cuán grandees, en tales casos, la tentación de sucumbir a una fuerte influencia y, enredado enun autoengaño, sobreestimar el alcance de una experiencia por el solo hecho deser insólita." 
Redescubrir la respiración como fuente de libertad... Cómo enseñar esta verdad sin hacer que el alumno la vivencie? Esta es la tarea del maestro de cualquier arte.
"Si hubiera iniciado la enseñanza con los ejercicios respiratorios, jamás le habría convencido de su decisiva influencia. Primero tenía que naufragar usted con sus propios intentos, para que estuviera dispuesto a asirse del salvavidas que le arrojó..."
Tal vez la enseñanza se trata de persuadir al ego de que hay algo que aprender, sacudirlo un poco, dejar que se golpee la cabeza primero para que luego acepte la ayuda que se le brinda. Todo este capitulo es una lección de pedagogía.

Capitulo 4
"Usted acaba de describir perfectamente bien -respondió el maestro- cuál
es su dificultad. ¿Sabe por qué no puede aguardar que se produzca el disparo y
pierde el aliento?- El tiro justo en el momento justo no acaece porque usted no
sabe desprenderse de sí mismo. Usted no se pone en tensión esperando la consu-
mación, sino que está a la expectativa de su fracaso. Mientras esto siga así no le
queda más remedio que provocar, usted mismo, un acontecer que debería produ-
cirse en forma independiente, y mientras lo cause usted, la mano no se le abrirá de
la manera adecuada, como la del niño."
"¡El arte genuino --exclamó entonces el maestro- no conoce fin ni inten-
ción! Cuanto más obstinadamente se empeñe usted en aprender a disparar la fle-
cha para acertar en el blanco, tanto menos conseguirá lo primero y tanto más se
alejará lo segundo. Lo que le obstruye el camino es su voluntad demasiado activa.
Usted cree que lo que usted no haga, no se hará."
Aprender a permanecer sereno en la máxima tensión, esperando. Nada más.

Capitulo 5

Este capitulo es una excelente guía para la meditación. Describe en detalle las dificultades de quien se inicia en el camino del autoconocimiento y las sensaciones que se perciben. Por supuesto, es solo un atisbo, un rayito de luz. La verdad debe ser vivenciada. No dejar de leerlo! Sobre el final del capítulo hay notas sobre la pedagogía japonesa.
"Por eso, quien se ha liberado de todas ligaduras tiene que ejercer cualquier arte
que sea a partir de esa plenipotencia de su presencia de espíritu no- perturbada
por ninguna intención, por oculta que fuese. Mas para que pueda integrarse en el
acontecer creador, olvidado de sí mismo, es preciso que se inicie en la práctica del
arte. Pues, si el inmerso en sí mismo se viera frente a una situación en la cual le
fuese imposible entrar instintivamente, y como dando un salto, tendría que
allegársela a la conciencia. Con esto volvería a conectarse con todos esos vínculos
de los cuales se había desprendido y se parecería a quien se despierta y estructura
su programa para el día, no a un iluminado que vive en el estado primario y obra a
partir de él"

Capitulo 6

Otro capitulo de dedicado a la pedagogía de lo inaprehendible. Excelente. Es el capítulo más largo de todo el libro. El discípulo ya domina la técnica de su arte pero todavía no sabe desprenderse de sí mismo, dejarse flotar sin intensión guiado por la inocencia.

"Sólo porque usted no está realmente desprendido de sí mismo, por eso lo siente. Y sin embargo, es todo tan sencillo. De una simple hoja de bambú ustedpuede aprender de qué se trata. Bajo el peso de la nieve se inclina, más y más. Derepente, la carga se desliza y cae, sin que la hoja se haya movido. Igual que ella,permanezca en la mayor tensión, hasta tanto el disparo "caiga". Así es, en efecto:cuando la tensión está "cumplida", el tiro tiene que caer, desprenderse del arquerocomo la nieve de la hoja, aun antes que él lo haya pensado".
Dejar "caer" el arte, la flecha, la mano. Todo cede ante cuando la tensión se cumple.

"Lo que dije -reprobó el maestro- no era un elogio, sólo una comprobaciónque no ha de tocarle. Y mi reverencia no estaba dirigida a usted, porque usted notiene ningún mérito en ese tiro. Esta vez, usted permanecía, olvidado de sí mismo yde toda intención, en el estado de máxima tensión; entonces el disparó "cayó"como una fruta madura. Ahora siga practicando como si nada hubiese sucedido."
El maestro sabe muy bien cuál es el peligro del ego. Y no duda en cortarlo de raíz.
"¿Comprende usted ahora -me preguntó el maestro después de un tiro especialmente bien logrado -lo que quiere decir `Ello' dispara, `Ello' acierta?"
"Me temo -respondí- que ya no comprendo nada; hasta lo más sencillo se me vuelve confuso. ¿Soy yo quien estira el arco, o es el arco que me atrae al estado de máxima tensión? ¿Soy yo quien da en el blanco, o es el blanco que acierta en mí? ¿El `Ello' es espiritual, visto con los ojos del cuerpo, o corporal, visto con los del espíritu? ¿Es ambas cosas o ninguna? Todo eso: el arco, la flecha, el blanco y yo estamos enredados de tal manera que ya no me es posible separar nada. Y hasta el deseo de separar ha desaparecido. Porque, apenas tomo el arco y disparo, todo se vuelve tan claro, tan unívoco y tan ridículamente simple..." 
"En este mismo instante -me interrumpió el maestro- la cuerda del arcoacaba de atravesarle a usted por el centro."
 Todo el libro se resume en este pequeño diálogo, sin palabras.

Capitulos 7/8

Para cerrar este gran libro, el autor nos hace una reseña del arte de la espada enfocándose en las similitudes con el arte del tiro con arco y haciéndonos notar que el Zen esta impregnado en todo el arte japones.

Gracias por esta joya!


No hay comentarios:

Publicar un comentario